domingo, 30 de diciembre de 2012

Sobre dioses y mortales.

Ayer tuiteé (¿se escribe así?) un tweet que decía algo así: Los dioses, si existe alguno, pasan de los mortales.
Cada uno puede creer lo que quiera y yo no voy a imponer a nadie que piense como yo pero os daré mis motivos para pensar esto.

Siempre me he considerado agnóstica. No se lo que hay ahí arriba, o mejor dicho, ahí fuera, y me temo que moriré sin saberlo. Nadie tiene pruebas ni de que exista dios alguno ni de que no.

No comprendo a los que piensan que su dios tiene un plan para todos. No creo ni que sepa de nuestra existencia.  Puede que tenga un plan para algunos, pero somos cada día somos mas creo que se acabaría aburriendo. Y para todos esos niños que mueren antes de nacer, durante el parto o en su primer año de vida, ¿también tiene un plan para ellos? ¿Y para los fanáticos extremistas de cualquiera de las religiones?

A raíz de este tema escribí un pequeño texto en otro de mis blogs y quiero citar un párrafo:

"El tiempo de las profecías había acabado hace mucho. Los corpóreos ya ni siquiera eran utilizados.
Pero ¿acaso a el le importaban esas bacterias que le ayudaban a realizar algunas de sus funciones vitales y que son utilizadas para crear medicamentos? No. Y en algún momento, cuando la ciencia avanzase mas, ni siquiera las utilizaría para eso y no le importaría entonces el futuro de los pequeños seres."

¿Hace cuanto tiempo que no hay un milagro? Si es que alguna vez hubo alguno. Si hay algún dios y alguna vez le importamos eso ya se acabo.

Imagina que no sufres las limitaciones de tu cuerpo: no tienes hambre, ni sed, ni sueño... Porque no tienes cuerpo. Imagina que puedes crear y destruir solo con pensar. Imagina que tienes un universo entero para llevar acabo tus proyectos y tienes toda la eternidad para acabarlos. ¿De verdad te importarían unos seres cuya vida dura lo que tu tardas en pestañear?

Pero cada uno es libre de pensar lo que quiera.