lunes, 22 de diciembre de 2014

Sueños.



Como linternas ascendiendo hacia el cielo, nuestros sueños nos envuelven, nos definen. Como linternas hacia el cielo, nos reclaman, nos animan, nos empujan, nos llaman, nos gritan, nos lloran, nos alumbran.

Y si eres lo suficientemente valiente, saldrás como barco al mar, con tan sólo una brújula y con suerte las estrellas, para dibujar los mapas de tu vida. Cuando vuelvas a tu hogar, tal vez ya no te parezca tuyo, tal vez ya no te parezca ni un hogar, pero eso está bien: crecer, cambiar y aprender.

Es normal tener miedo. A las dudas no debes escuchar. Tal vez muchas veces a puerto debas volver, que eso no te impida volver a zarpar.

Cuanto mayor sea el camino más probable será que monstruos hayas de batir. Recuerda que están para asustar. Te van a herir, te van a derribar, pero nunca te van a matar.

Te darás cuenta de que merece la pena arriesgar, que lo que se pierde no te pertenecía. Tan sólo son tuyos tus sueños...

... que como linternas hacia el cielo liberas en la noche.
... que como linternas hacia el cielo te guían en la oscuridad.



El canto de las sirenas.

Perdidos por el camino, los marinos que no supieron ignorar las dulces voces, las frías canciones húmedas.
La proa contra las rocas, mil bodegas astilladas, por hacer más caso a las melodías que a las palabras.
Las sirenas, que no mienten, siempre les advierten y ellos caen igual en la trampa de un amor que sus mentes imaginan.
No hay salvación para quien no quiere ser salvado,  a quien intente rescatarlos mismo destino les aguarda.
Borrachos de ron, sedientos de amor, ahogados en sal. Entregan sus vidas a las mareas de las que se aprovecharon y esquilmaron.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Carry on.

Te veo reír y me pregunto por qué no hay más gente como tú, que vivan con alegría y se centren en lo que les hace sentir bien, dejando de lado aquello que les disgusta.

Dicen de ti que siempre hablas de las mismas cosas, se pararon a escucharte, pero no entendieron nada. Dicen de ti que estás loca, obsesionada, se pararon a mirar solo para señalar y no vieron suficiente.

Yo te digo, ríe, forra tus paredes con las fotos de aquel cantante con quien afirmas que vas a casarte, llora, vuelve a ver una y otra vez esa serie, esa película. Yo te digo, muéstrame una vez más tus tontos pasos de baile, muéstrame una vez más tu mirada brillante. Reiré contigo.

Ponte tus gastadas zapatillas y tu camisa nueva. Cuéntame sobre tu perro, sobre lo que soñaste anoche, cuéntame sobre tus obsesiones, sobre tus mejores amigos. Ya estoy demasiado cansada de escuchar solo mis quejas y sus críticas.

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Please, be my friend.
Please, keep smiling.


martes, 16 de diciembre de 2014

Frío.

¿Te hablaron de mí alguna vez las musas, esas que tanto me repiten tu nombre? ¿O te recordaron el mío las luces, las flores, el alba? Cada vez que vi un atardecer, deseé poder mostrártelo, pero no estabas. Y nunca estarás.

Mis metáforas siempre hablan de ti y las tuyas de muerte. Quizás ambos escribamos sobre lo que más deseamos, reunirnos con los seres queridos, y tú solo te acuerdas de mí cuando tienes frío.

Yo volveré a mí búsqueda de libertad. Espero que no marches al encuentro de quien te dio la vida. Sabes que no le gustaría.

De nuevo la misma historia.

Al llegar el frío diciembre le pedí a las distantes estrellas que parpadean en el cielo un poco de su calidez. Ilusa de  mí, que me sorprendí de su negativa. Entonces mis ojos se abrieron, tal vez se cerraron, y dejé de ver su brillo. Después llegaron las lluvias.

Ahora que me marcho, cansada, en busca del amanecer, las nubes por un instante desaparecen y las estrellas se dignan a mostrarme su luz una vez más. Es enfermiza, moribunda y sucia. Miro por última vez al cielo nocturno, con tristeza, y sigo caminando en busca de mi sol perdido, bajo el que refugiarme hasta la primavera.

Sé que volveré a encontrar en la noche el hogar, la tentación y la inocencia, pero no será este cielo egoísta quien escuche mis aullidos. Habrán más lunas, otras estrellas, y siempre el mismo sol al que buscar cuando el resto se apague.

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Solo puedo confiar en mi propio fuego
para mantener encendida
la vela que ilumina mi mirada.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Oleaje.



Tengo un océano en mi interior y las olas chocan contra las paredes de mi cuerpo. Quieren romper mi calavera, mis costillas. Es todo espuma blanca y olor a agua salada, que no consigue salir ni llegar a costa.

En una zona en calma, juega una sirena que me canta hermosas canciones. Vive en mi cabeza, pero baja a morderme el corazón pues dejé que me engatusara y comenzó a cantar sobre todo lo que deseo. La sirena quiere piernas para entre humanos caminar. Ella quiere ser real y, como es el único lugar donde pueda existir, mi mente no abandonará. Juega la sirenita con mi mente adormilada, cada noche, cada mañana ofreciendo falsa serenidad. Ojalá, ojalá piernas le pudiera dar.

Y en mis ojos las olas pelean por salir, y nada consiguen. No hay forma de vaciar este mar. El Sol no lo evapora, la Luna no controla las mareas. Ya no tengo mis estrellas.



miércoles, 3 de diciembre de 2014

Torniquete espiritual.

Su parte sensible se desangra, pero en lugar de detenerse a limpiar, suturar y vendar las heridas, ha atado fuerte un torniquete. Y, como al cortar el riego sanguíneo a cualquier extremidad de su parte física, corre el riesgo de perderla para siempre. Probablemente ya se esté muriendo. 

Golpea su cabeza contra las paredes, para entumecer su mente, le es más fácil continuar sin pensar. Su corazón se ahoga en su pecho encharcado de dolor, como si de petroleo en la mar se tratara. Su alma se asfixia, encadenada en la oscuridad, con ansías de libertad.

Cuando ya no puedan más soportar los golpes, cuando se mueran ya las partes que más le sufren, ¿qué será de su marchito cuerpo, débil y cansado? Quizás sin consciencia quede para el resto de la eternidad.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Buscando las palabras para expresarlo todo en una frase me ahogo en un mar de tinta. El amor, y la desesperación, y la oscuridad, y los rayos de luz, y la sensación de hundirse, y el dolor en el pecho, y la calidez, y la esperanza, y el llanto, y la risa, y la confusión, y el vacío.

Otros parecen tenerlo más sencillo y con una oración de dos o tres palabras pretenden que les entiendas. Y yo no puedo ver ni comprender ya nada, mientras siento que se aleja. No les importará, supongo, a la gente como él, que no comprendamos. O al menos no quieren esforzarse y se cierran sobre si mismos. 

Ahora entiendo cuando me hablaban de erizos. Se asustan, se cierran sobre si mismos y cuando tratas de ayudar sales herido. No puedes tocar y se niegan a hablar o escuchar. El tiempo pasa y el invierno se vuelve más frío.

No sé cómo trasmitir ni motivar. No sirven de nada figuras estilisticas cuando dialogas. 

Cada día tengo más ganas de copiar esa oración que me persigue: "Estoy cansado." Pero yo no soy así. Necesito sentirme comprendida, pero no parecen escuchar. Necesito poder comprender, pero se niegan a hablar. Se hace el silencio y se me clava entre las costillas.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Me roban las estrellas.

Todos los astros que vi en el cielo llevaban su nombre, cada estrella, cada planeta, cada luna, cada constelación. Pero han comenzado a desaparecer, una por una se esfuman las estrellas, no explotan, no se mueren, no hay ni nebulosas de las que nazcan otras nuevas, ni agujeros negros que las traguen. Desaparecen. Me están robando mis estrellas, mis cometas. Mi universo se está muriendo.

Ahora que ya no hay Luna, cesaron las mareas. Y sin Sol este mundo viaja a la deriva, dispuesto a colisionar. El aire, al huir de la atmósfera, crea vientos que azotan mi piel.

Me están robando mis estrellas y no puedo hacer nada mientras veo morir a mi universo. Volveré a épocas remotas de vacío, en las que no existía el tiempo, en las que no había espacio.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Historias nocturnas.

Lady Luna tiene un amigo, que le aúlla desde tierra. Es un bravo caballero que se escapa cada noche a contarle las historias de sus amigos y batallas. Se sienta en los jardines de Lady Luna y la observa con admiración. Ella, desde su balcón, le cuenta leyendas de dioses y estrellas, de los mortales y los mares.

A veces ella se esconde tras un velo negro, ocultándose con luto de borrachos que se creen poetas, pero Sir Lobo sabe dónde buscarla. Incluso si ha de recorrer medio mundo.

Muchos dicen que se aman, otros que él está enamorado y ella le rechaza cada noche. Que pese a la distancia no se cansan, que no dará nunca la lucha por perdida. Pero no es cierto. Son las historias lo que les une. Sir Lobo mira al cielo, atrapado desde la Tierra, Lady Luna observa un mundo que jamás podrá tocar.

Y cuando envejezcan y la gris armadura de Sir Lobo deje de brillar y la blanca palidez de Lady Luna se vuelva enfermiza, seguirán acudiendo al encuentro. Las historias no dejarán de ser contadas ni de escucharse. La gente mirará, no entendiendo lo que se dicen, e inventará romances que no existen.

40 segundos.

Cada cuarenta segundos un grito de suplica silencioso. Cada cuarenta segundos una retirada de la guerra.
Cada cuarenta segundos un alma perdida. Cada cuarenta segundos decenas de vidas destrozadas.
Cada cuarenta segundos uno menos. Cada cuarenta segundos uno más.
Cada cuarenta segundos muere un universo. Cada cuarenta segundos un vacío interminable.
Cada cuarenta segundos una huida de los problemas. Cada cuarenta segundos un llanto desconsolado.
Cada cuarenta segundos cruzo los dedos. Cada cuarenta segundos espero una señal.
Para que tu sangre siga en tu cuerpo. De que tu corazón sigue latiendo.
Cada cuarenta segundos el terror de que desees ser el siguiente.
Cada cuarenta segundos el terror de que esta vez sea para siempre.

jueves, 30 de octubre de 2014

Y que las medias estén siempre de vuestra parte.

Pon sobre mi cabeza un peso que mi espalda no debería soportar, oblígame a despertar a horas que van contra el funcionamiento de mi cuerpo y dime que es por mi bien.
Haz que me sienta estúpida por no saber hoy cosas que en unos años habré olvidado, quéjate de que no pueda hacer tan rápido como tú aquello a lo que le has dedicado las últimas décadas de tu vida y yo tan solo unos meses.
Oblígame a pasarme siete horas encerrada escuchando hablar de cosas que no me interesan, dime que cuando llegue a casa he de seguir trabajando y luego acúsame de socializar a distancia, de olvidar las relaciones cara a cara.
Dime que a mi edad te quedabas hasta la madrugada estudiando, que quizás yo deba hacer lo mismo.
Convierte mi energía en lentitud, mi interés en estrés, mi libertad en prisas, mi tiempo en obligaciones, que si no lo soporto, será sólo culpa mía.
Olvídate de que tengo sentimientos, problemas, mi único deber es obedece. Olvídate de que aún no sé quién soy hoy y oblígame a decidir que querré mañana.
Silencia mis opiniones, pues soy demasiado joven para saber. ¿Y qué sabrá mi generación, la de los smartphones y la depresion, mas que de selfies y de autocompasión?
Repite que nos quejamos por vicio, que todos habéis pasado por esto antes. Quéjate todo lo que quieras de esta juventud, pero recuerda quién nos crió.
Haz todo lo que quieras conmigo, que yo lloraré a escondidas. Pideme que haga lo que quieras, que retrasaré mi llanto a cuando tenga tiempo.

viernes, 17 de octubre de 2014

Divagando.


¿Quién dijo que las cenizas no pueden arder? ¿Por qué ha de ser malo aferrarse a un clavo ardiendo si con ello se puede derretir el hielo?
No temas al fuego, no temas a la escarcha. Teme a aquellos que dicen que todo va bien, a quienes no quieren cambio, mientras se ahogan en deudas y normas sociales.
Si mis palabras pueden prender una esperanza, si mis abrazos, consolar un alma, si mi furia, dar fuerzas, su mi cariño, curar heridas, no voy a callar, no voy a parar.
Que no te mientan, la vida sí espera. Espera, espera y espera. Nunca es tarde para comenzar a vivir. Excepto una vez estés muerto, pero eso es algo que tampoco has te temer.
No mientas al decir te quiero y dilo cada vez que sea cierto, pero, sobre todo, di que te quieres a ti mismo.
Hay "hasta luego" que nunca se cumplen y "adiós" definitivos que se rompen. Quien ha de irse se irá, quien ha de quedarse volverá, pero no por destino, más bien por casualidad.
Y de rama en rama, cambias de árbol, y nunca sé cómo los finales difieren tanto de los inicios, pero siempre acabo hablando de otra cosa.



miércoles, 8 de octubre de 2014

Huid, pueblerinos insensatos, huid de este rey que ya no quiere gobernar. Cargará sobre vuestras espaldas el peso de su vacío, alimentará de vuestras cosechas su hambriento ego. La orca será el castigo de aquel que no alabe su decadencia. Acusará de traición a quien no bese sus pies.

Dejadle a solas con aquellos que se aprovechan de sus ojos muertos, aquellos que le vendan trajes invisibles y aquellos que le digan que son los más bellos que jamás vieron. Pues sus manos tienen el poder de convertir en pena todo lo que tocan, pero la maldición de este rey Midas no se romperá con el agua que correrá por vuestras mejillas y frentes. No sintáis pena por dejar el único hogar que habéis conocido, habrá uno nuevo al final del camino.

Tal vez recapacite, pero no volváis, este ya no es vuestro rey. Ya no queda orgullo que sentir, ni amor patrio por el que luchar. Sin vosotros no habrá más que tierras vacías, como su alma, muertas, como su mirada. Despojadas de todo lo que las hacía vuestras, ¿qué sentido tiene trabajarlas?

sábado, 4 de octubre de 2014

Otoños mejores.


Debería deshacerme de esta vieja manta que provoca sarpullidos en mi pálida piel y ya ni siquiera abriga, pero cuanto más lo pienso más ganas de hundirme entre sus pliegues en busca de consuelo tengo, pues me acechan los recuerdos de un otoño mejor. Un otoño menos frío, menos solitario y más compasivo. Otoño con olor a un hogar en el que nunca estuve, pero que por un momento fue mío.


Tal vez, cuando llegue el invierno, cuando no quede nada vivo, pueda deshacerme de ella. Entonces los recuerdos dejarán de ser refugio cálido y opresivo para ser fría libertad. 

Las hojas no caen, pero sí la lluvia. El cielo ha decidido llorar las ruinas de mi viejo hogar y de mis agrietados muros. 


Don't ask me, go discover yourself.

Si te importa algo, demuéstralo, maldita sea, demuéstralo. Y hazlo ahora, pues quizá no tengas otra ocasión. Puede que incluso ya hayas perdido toda opción. Deja de hablar sobre alguien, habla con esa persona. Deja de hablar sobre esa cosa, haz esa cosa. Quizá mañana esté muerto. Quizá mañana lo estés tú.

¿Qué más da si hace mucho desde la última conversación? Si te importa, házselo saber. Ahora. Y si te ignoran, bueno, ese ya es su problema. Tú lo has intentado.

Y si todos te miran mal por alcanzar tus metas es únicamente porque ellos siguen un paso por detrás de la línea de salida.

No te calles, no te pares.
~~~~~~
If I told you the truth
about the person that
you asked my about...
Then you'd be crying
and bleeding in the floor.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Retazos de un sueño.

Quiero gritarle a la luna. Quiero correr con lobos. Nadar entre sirenas. Quiero fotografiar el mundo. Escuchar mil lenguas. Recorrer bosques y playas. Perderme en las ciudades. Acariciar cachorros y estrecharle la mano a los héroes. Quiero aprender sobre las estrellas y los hombres.

Tengo una maleta de sueños y muy poco dinero, los ojos llorosos y el pelo alborotado, cientos de esperanzas y las manos suaves. El universo me espera, tal vez yo le espero a él. 

Cuento los días para volver a sentirme viva, necesito un pequeño empujón, nada más. Tal vez un "Te quiero", tal vez un "Vayamos de aventura", tal vez un billete de tren y una mochila cargada. Quién sabe.

Mi voz será escuchada y haré que me recuerden. Sí, haré que conozcan. Dejaré mi huella. Es la única inmortalidad que quiero. Ese será mi premio.

Y cuando vuelva a sentir el pulso acelerado y la adrenalina en mi estomago, entonces, ya no habrá vuelta atrás.

lunes, 25 de agosto de 2014

Todos somos filósofos y humoristas tras la media noche.

El tiempo pasa y nada cambia, y lo poco que lo hace es para peor. Pero seguimos adelante. Mientras haya luz, por pequeña que sea, mientras haya calidez, aunque sea la de una vela; incluso cuando todo lo que nos quede sea una cerilla que comience a quemar nuestros dedos. Seguiremos adelante mientras quede una pizca de vida en nuestros cuerpos, mientras hayan cosas que nos aceleren el pulso o nos calmen la respiración.

No se puede volver atrás más que al recordar, si lo haces que sea para aprender. Las ilusiones te empujarán hacia delante y te impedirán dejar de abrir los ojos, aunque estos lo vean todo negro y borroso. Caminarás aun sin suelo bajo tus pies y respirarás incluso cuando empieces a notar que realmente el oxigeno quema tus pulmones.

No sé tú, pero yo me agarraré a cada hilo, a cada clavo. A lo dulce y a lo amargo. No iré a dormir sin haber tenido al menos una sonrisa, de momento no he pasado ni una noche en vela, afortunada de mí. Y si mi último pensamiento es copia del primero, reiré y lloraré a partes iguales porque hay sangre roja corriendo por venas azules bajo mi blanca piel.

¿Qué más da el color de nuestros ojos? Somos todos iguales: escucharemos los consejos, y los ignoraremos, con suerte para acertar en nuestros locos intentos lograr improbables. Huiremos de los errores del resto hasta hacerlos nuestros.

Con el tiempo solo he aprendido que tras la medianoche todas las palabras se tornan retratos de almas, susurros de felicidad y gritos de desconsuelo, o carcajadas sobre los chistes más sucios. A estas horas, hay tantas opciones de soñar despierto como dormido, algunos hasta tienen pesadillas con los ojos abiertos.

martes, 19 de agosto de 2014

Noto la energía corriendo por mis brazos. Mis manos sufren estando quietas. Pero no hay nada que hacer. Yo quiero comerme el mundo y no hay nada que hacer.

Noto mis ojos demasiado abiertos. Mi mirada no para de rebotar de una pared a otra. Pero no hay nada que ver. Yo quiero descubrir el mundo y no hay nada que ver.

Y mi mente... Mi mente ríe y grita como si nada malo pudiera pasarle a mi débil corazón. Casi rozo la felicidad y no hay motivos para ello. Pero, ¿qué importa?

Hoy la música sonará alta y los colores de mis dibujos serán brillantes. Pintaré mis uñas y recogeré el cuarto. 

El sol brilla y los pájaros no cantan. La tormenta se ha calmado, aprovechemos hasta que vuelva.


lunes, 18 de agosto de 2014

Algo en el aire.

Hay algo en el aire, tal vez en este cielo azul claro casi blanco, tal vez en el ruido de motores lejanos y ramas rozando, tal vez en el silencio entre mis respiraciones, hay algo que me hace sentir bien, algo que me da la sensación de estar sonriendo, aunque solo sea por dentro, pues mi rostro sigue imperturbable.

Quizá es simplemente que no estoy pensando, no de verdad. Quizá es simplemente que no le estoy dando vueltas a todas esas comeduras de cabeza que no traerán nada bueno. No importa. Estoy cansada de escribir únicamente cuando estoy abajo, estoy cansada de no saber expresar esta tranquilidad.

Hay algo en el aire o tal vez sea todo el chocolate que he ido ingiriendo a lo largo del día de una forma u otra liberando endorfinas. Qué más da. Me siento bien. Me siento bien. A la mierda el mundo y sus problemas por un rato. Qué más da.

sábado, 16 de agosto de 2014

Broken mirror.



Me miro en ti, a quien siempre vi como mi reflejo: tan parecidos a la vez tan contrarios. 

Me miro en ti, que siempre fuiste como cristal para mí: transparente y engañoso, frío y dañino, preparado para cortarme en cualquier momento.

Me miro en ti y nos veo tan rotos. Veo mi rostro deformado en cada uno de tus pedazos y no sé a cuál seguir, no sé cuál de ellos soy en realidad. Y mientras tanto te vas clavando en mi corazón, desgarras mi alma y destrozas mi mente.

Aún cuando decidas morir, aún cuando la muerte llegue a mí, seguirán las esquirlas de tu juventud fracturada clavadas en lo más hondo de mí. Arrastradas con la sangre por mis venas, revolviendo mi estomago, inundando mis ojos.

~Y pese a todo el dolor,
seguiré dándote las gracias
por destruirme~

Decadencia.

Quedaban en el reino solo dos caballeros en pie, Esperanza y Sinceridad. Pero este último, antaño piadoso y reconfortante, se había tornado cruel y, de igual manera que había acabado con el resto de caballeros, sesgó con su filo a su compañero Esperanza. 

Ya no quedaba nadie con fuerzas para luchar contra la oscuridad que ahogaba al reino. La ciudad estaba perdida y con el tiempo también lo estarían los bosques. La gente se aferraba a sus deseos de autodestrucción y se dejaba llevar en busca de dolorosos placeres. 

Las calles olían a alcohol, orina y sangre. En los besos ya no había rastro de cariño y la mitad de los te quiero eran falsos. Tan bajo habían caído que ni el dinero les importaba, jugaban con la humillación al contrario como premio.

Había sido tan lentamente que nadie se dio cuenta hasta que fue tarde. Todos los caballeros habían ido cayendo; Cariño, Honor, Respeto, Compasión, Sueño... Todos excepto Sinceridad y este se limitaba a comportarse como lo hacía la realidad.

Pronto el reino sucumbiría sin nadie que cultivara las tierras, alimentara el fuego y curara a los enfermos. Con la muerte del caballero Esperanza, se podían dar todos por muertos.

jueves, 14 de agosto de 2014

La nana del siglo XXI.

Escúchame, niño, que recién llegas al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te dirá la verdad.

Mamá y papá destrozaron al mundo,
mamá y papá ante la injusticia quedaron mudos.
Mamá y papá no hicieron más que gritar al televisor,
mamá y papá no buscaron solución.

Mamá y papá se hicieron los ciegos,
mamá y papá ignoraron la corrupción.
Mamá y papá solo pensaban en ellos,
mamá y papá ahora señalan al ladrón.

Mamá y papá no frenarán las guerras,
mamá y papá dejarán que te encargues de ellas.
Mamá y papá exprimieron la tierra,
mamá y papá dejaron profundas sus huellas.

Escúchame, niño, que recién llegas al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te dirá la verdad.

Mamá y papá no tuvieron mala intención,
mamá y papá sólo querían sobrevivir.
Mamá y papá no fueron nacidos para la revolución;
mamá y papá sólo sabían servir.

Mamá y papá encendieron los fuegos,
todos saben que los héroes se forjan en hierro.
Mamá y papá prendieron las llamas,
ellas darán la luz que tú reclamas.

Escúchame, niño, tu salvarás al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te va a ayudar.

martes, 12 de agosto de 2014

Mala suerte.


Mala suerte la mía si desde mi ventana no puedo ver a la luna cuando la rezo.
Mala suerte la mía si crecí tras la puerta con el numero trece.
Mala suerte la mía si adoro a los gatos negros.
Mala suerte la mía si en este cielo sucio no se ven caer las estrellas.
Mala suerte la mía si no busco la felicidad.
Mala suerte la mía si estoy dispuesta a morir porque otros sonrían.
Mala suerte la mía si todos mis intentos son fallidos.
Mala suerte la mía si siempre caí de pie cuando me podían recoger. 
Mala suerte la mía si ahora que no hay nadie no sé aterrizar.
Mala suerte la mía si mis débiles alas son demasiado grandes para aguantar su peso.
Mala suerte la mía si mis débiles alas no pueden alzarme del suelo.
Mala suerte la mía por no creer en el destino fijado.
Mala suerte la mía si mi voz es demasiado baja para que la escuche el universo.

martes, 5 de agosto de 2014

El jardín sin tierra.



"No más tierra para mis flores" pensó el jardinero. "Solo agua. Se verán más bellas," se decía "sin toda esa sucia tierra" repetía.

Así cambió el fértil suelo de su jardín por un poco profundo estanque. Sabía que erraba, sabía que las plantas necesitarían tierra para nutrirse y crecer, que así acabarían mustias y débiles pronto, pero aquellos pensamientos no le abandonaban. Buscaba la belleza, el ideal de belleza que le habían inculcado, y le habían enseñado que la tierra no era bella.

Al principio lo logró. Llegó al punto que deseaba. Un jardín de hermosas flores que, en lugar de tierra infestada de lombrices, tenía agua que reflejaba la luz del sol. Pero luz, agua y aire no son suficientes para la vida y las plantas se pudrieron. Simplemente las quitó y volvió a plantar.

Las nuevas semillas crecieron a través del agua, buscando la luz, buscando la tierra. Mientras sus tallos encontraron al sol, las raíces no hallaron dónde aferrarse. Y morían. Morían ahogadas y hambrientas. 

Volvió a quitar los restos mustios una y otra vez. No podía permitir que nadie viera su jardín podrido. Sabía que estaba cometiendo un error, que esto no le llevaría a su objetivo, pero su mente le repetía: "No más tierra para mis flores. Solo agua. Se verán más bellas, sin toda esa sucia tierra."

Pero ni el jardinero pudo soportar el hambre. Se volvió más débil cada vez. Hasta que un día cayó al agua y murió ahogado en sus propios pensamientos, rodeado de plantas mustias que solo entonces encontraron una forma de sobrevivir.

Una vez muerto el jardinero, nadie limpió el agua. Y está se volvió lodo. Y el lodo se secó. Y volvió la tierra.
Una vez muertos los pensamientos del jardinero, nadie pensó que la tierra en su jardín fuera mala. Y las plantas crecieron. Solas, salvajes, bellas como nunca antes.


sábado, 2 de agosto de 2014

Hasta las estrellas se apagan alguna vez.

Necesito luz, no de sol, sino de estrellas. Necesito calidez, no de mantas, sino de abrazos. Necesito risas que no acaben. Necesito alegría que no sea efímera. Necesito encontrar. Necesito perder. Y en la ausencia de todo esto llevo mis dedos crispados a mis clavículas con deseos de abrir mi pecho y dejarlo todo salir.

Necesito palabras, no que escuchar, sino que decir. Necesito vida, no que dejar pasar, sino que vivir. Necesito curas, no para mí. Necesito refugios que compartir. Necesito saber. Necesito hacer. Y en su ausencia me maldigo por no ser capaz de proteger aquel a quien más quiero.

Es una noche sin luna ni estrellas, no solo en mi ventana, también en mi alma. Y todos los demonios que logramos echar de mí vuelven ahora que los suyos atacan más fuerte.

¿Qué hacer si de quien se supone que debo ser apoyo es en realidad quien me soporta? ¿Qué hacer cuando se derrumba?

Noches vacías o tal vez llenas de cosas no deseadas. Noches solitarias para soñar despierta con noches pasadas.

martes, 29 de julio de 2014

El ángel y la sirena.




Ninguno encontró lo que deseaba, 
tampoco lo que necesitaba, y aun así lo que hallaron les atraía como la miel a las moscas, como la orilla a las olas, como el llanto de la cría a su madre.

El que buscaba sirenas, encontró un ángel. El que buscaba ángeles, encontró una sirena. Quien pedía esperanzas y protección, se convirtió en el que lo daba. Quien deseaba una dulce canción que le atrajera hasta chocar contra las rocas, era quien cantaba.

Pese a todo seguían unidos por un lazo inexplicable. Si habían de volar, volarían ambos. Si habían de ahogarse, lo harían juntos.

~~~~~~~~~~~~~~

You have sung a love song
to me long time ago
and now I'm crashing onto a wall
of impotence and courage.
Will you let me be your angel
and make you fly into the stars?
Will you wait for me
to raise you from hell?

miércoles, 23 de julio de 2014


Cansado, abatido. Pobre niño triste. Naciste para ser el príncipe de un cuento de hadas, pero acabaste siendo protagonista de un drama.
¿Serás mártir o acabarás victorioso?

Cierra los ojos, pequeño. Descansa en la noche. Todo acabará, tarde o temprano. Quién sabe, quizá esto sea todavía la parte triste de la película.
Tal vez aún quede mucho por llegar, ojalá sea bueno.

Lo eres todo y por eso no eres nada. Eres fuerte y débil, pasional y frío, cuerdo y loco, niño y hombre, llanto y risa, dolor y vacío.
Puede que todavía quede opción de salvarte.

Dime, ¿sueñas con algo más que muerte, propia y ajena? Jamás acabarán las pesadillas, pero tal vez algún día dejarán de ser mejor que lo que encuentres al abrir los ojos.
Que las estrellas te guarden.

Cuchillas sobre tu piel, aire en tu estomago y lágrimas en la almohada. Gritos y silencios, respiraciones ajetreadas, susurros y suspiros.
¿Cuándo aprenderás a cuidarte?

jueves, 17 de julio de 2014

Que los malnacidos reciban también una mala muerte.

Furia corre por mis venas, desprecio hacia hombres que siquiera conozco. Aquellos que piensan que sus motivos para luchar justifican la muerte de aquellos que no se quisieron involucrar, aquellos que creen que con una disculpa se les ha de perdonar y repiten una y otra vez sus mismas acciones. Se creen legítimos dueños de las vidas de quienes les rodean cuando solo son ladrones de sus sueños. Destrozan vidas, familias, ciudades. Destruyen sueños, mentes, futuros. No pararán pues como el dolor no recae sobre ellos no les parece importante. A base de golpes y ordenes se abren paso. Se sienten poderosos al ver el miedo en el rostro de sus victimas. Pero solo son escoria. La escoria de una especie que podría ser grande si no se dedicaran a mutilar almas.

Que caiga, que caiga sobre ellos lo peor que el universo pueda prepararles. Justicia poética o legal, accidentes y rachas de mala suerte. Que las puertas del infierno se abran bajos sus pies. Lo que sea necesario hasta que deseen no haber cometido tales crímenes.

martes, 15 de julio de 2014

Silencios.

Intentas decir algo, pero no sabes qué escribir. No hay ninguna frase capaz de transmitir lo que sientes, lo que piensas. Te encoges sobre ti mismo, con la cabeza gacha, las palmas de las manos clavadas en tus ojos y mejillas y los codos en las piernas. Te frustras, y cuanto más te frustras, más difícil resultará hacer entender a otro el nudo de emociones. Todo lo que se te ocurre suena forzado y no muestra lo que quieres. Te quedas callado. Quizá sea mejor no arriesgarte a mal-interpretaciones. Quizá sea mejor dejar que todo siga su curso y no mostrar tu frustración.

Esto duele, claro. Tragarte algo que quieres expulsar no es agradable. Tal vez si fueras capaz de comprender cómo funcionan las mentes de los otros.. Pero, no, solo sabes que la tuya es un caos. Exasperante. Deseas que acabe pronto, pero el tiempo se vuelve lento y el aire pesado.

Sigues intentando encontrar las palabras, pero después de tanto rato casi se te ha olvidado qué querías decir. Con el tiempo se te irá pasando, te inundará el vacío y una sensación de inutilidad y fracaso se apoderarán de ti. Ojalá te hubieras arriesgado, tal vez no hubiera salido tan mal. Ahora ya es tarde, ya no sabes ni qué piensas o sientes.

Ver lo que hay en tu mente me destrozaría,
pero si hay una  pequeña  posibilidad
de que viendo lo que hay en la mía pudieras salvarte
nada me impediría arriesgarme.

martes, 8 de julio de 2014

Pequeñas batallas.



Luchan pequeñas batallas, encerrados en sus torres, jóvenes príncipes y princesas. Un ejercito de niños tristes se prepara para la guerra contra el mundo luchando consigo mismos. Encontrarás entre ellos magos, poetas y locos. Hallarás en ellos las mentes de genios, de bobos, de soñadores.

Son fuertes, pero soportan demasiados pesos en sus tiernos hombros. Van armados con cuchillas, con lápiz y papel, con noches en vela y días durmiendo. Se escudan con odio, amor y sueños lejanos. No dejan de suplicarse unos a otros que comiencen a aceptarse, cuando la mayoría de ellos no lo hace.

Sus ojos parecen ancianos, sus corazones están rotos pero sus almas aún son jóvenes. De sus dedos nacerá el arte más hermoso que jamás veas, si viven lo suficiente.

Yo prometo acogerles en mis brazos, acunarles hasta que duerman y recordarles que aún hay tiempo. No hay salvador para ninguno más que ellos mismos, igualmente tenderé una mano amiga, ofreceré un hombro sobre el que llorar, a todo el que lo pida. No secaré sus lágrimas, pero les abrazaré en su llanto. Aunque sea en la distancia.



lunes, 30 de junio de 2014

Summer mornigns.








Mañanas tranquilas, perezosas, de luz clara y amable. Sin prisas, sin nervios, llenas de posibilidades, faltas de resultados. Camas desechas, ventanas abiertas, respiraciones pausadas, brisa fresca. Quisiera vivir en una mañana de verano, escuchando a los pájaros cantar, con mensajes de buenos días contestando al que mandé un par de horas antes, con tiempo para pensar. 

Pensar, en lo bueno y en lo malo. Por unos instantes desear evaporarme, pero pronto volver a acompasarme con el mundo, tranquilo, perezoso, dulce. Quisiera vivir en una mañana de verano, pues en ellas lo hallo todo, una casa para mí sola, una conversación que compartir, silencio, ruido, alegría, tristeza, calma y tempestad.

El verano acabará, o al menos todos los anteriores lo hicieron, y volverá el ajetreo y el estrés, y me dirán que lo he desperdiciado tirada en la cama frente a una pantalla, pero entre todas las opciones al alcance de mi mano, lo sé, es la mejor.

Si pudiera viajar, viajaría, pero ya que no puedo irme lejos de los lugares de siempre, me quedaré en el más seguro me parece, contemplando las placidas mañanas de verano a través de una ventana abierta.

domingo, 22 de junio de 2014

¿Qué es está sensación tan extraña? Es como si algo pegajoso y dulce hubiera inundado mi garganta y no me dejara hablar. Poco a poco va goteando a mi estomago y este se cierra.
Es un sentimiento resignado, melancólico, suplicante y dulce. Viene y me abraza por la espalda sin previo aviso, es molesto, agobiante, hasta que me giro y le miro a los ojos, entonces lo siento hermoso, hermoso y equivocado. Y cuando empiezo a aceptarle se marcha, para volver.
Me dan ganas de gritar "¡Haz lo que quieras! ¡Decídete ya!" al mundo mientras cruzo los dedos deseando que eso resulte en mi felicidad. Pero no puedo, no tengo voz, solo un sentimiento asfixiante que me agobia pero mantiene cálido mi corazón.
Lo prefiero, lo prefiero a la nada. Y más ahora, que creía estar a punto de dejar de sentir. Prefiero este sentimiento errado que me obliga a seguir, arrastrándome, a que el vacío me paralice.
Es dulce, meloso. Nunca me gustó sentir ese sabor en mi boca, que extraño que llegue a aceptarlo en mi mente. Quizá sea porque me recuerde a él. Él que es tan distinto a mí, mientras yo busco lo amargo, lo salado en la vida, el sueña con la dulzura de la muerte.
Por desgracia, cuando caigo consciente de que la estoy sintiendo y comienzo a aceptarla, las sensación desaparece. Cuando vuelve, toca empezar de cero: primero las ganas de llorar y cerrarse en un rincón, después las de arrastrarse y luchar, quejarse y arriesgarse a perder, y por último el pensar "Sigamos así, un poquito más, aunque duela.".
Y es que al final siempre pondré cualquier sentimiento antes que el vacío. Sea dulce o amargo, sea alegre o triste, melancólico o vital, agobiante o liberador. 
Cualquier cosa antes que ninguna.

domingo, 15 de junio de 2014

Antaño añoré hogar que nunca antes tuve,
ahora anhelo el único refugio que mi alma halló. 

Pero no son en vano los riesgos que corrí,
aquellos ante los que sucumbí. 

Conseguí recuerdos, en origen felices,
adquirí experiencia, de aspecto dañino y realidad útil. 

Las nuevas cicatrices de mi joven y tierno corazón
pronto serán los surcos de su brillante armadura.

Caos.

My mind..



Quiero dejar de pensar. Quiero dejar de estar pensando en algo, en eso, y que durante un momento me parezca que todo está genial, al siguiente que es un desastre. Ahora, soy la culpable. Ahora, soy la victima. Ahora, no soy yo la que importa realmente. Ahora, me pregunto por qué no debo serlo. Ahora, me enfado, porque otros en mi situación se comportaron como cerdos egoístas y misoginos.

Quiero dejar de pensar. Quiero dejar de cuestionarlo todo y dejarme llevar, como siempre antes hice. Ya no puedo. Cada instante que no me ocupo en algo, acabo pensando en ello. Por suerte, no siempre es tan caótico. Por suerte, suelo conseguir mantener el mismo punto de vista varias horas. Por suerte, no me victimizo. Por suerte, no me juzgo. No siempre. Intento recordar las cosas con fidelidad a la realidad y darme cuenta de qué hice mal y de qué hice bien.

Pero es tan cruel mi mente cuando no me deja mantener una linea de pensamiento, sino que a cada instante aparece con una versión nueva de la realidad y de mis sentimientos. Un segundo estoy alegre, dispuesta a todo, al siguiente quiero romper a llorar, dormir y no despertar en unos años.

Cuando el infinito caos invade lo que estuvo reinado por el vacío, todo a su al rededor se resquebraja. La mente, el corazón, el alma.

sábado, 31 de mayo de 2014



Si con mis esfuerzos logré sacarte una sonrisa, 
si con mi persistencia conseguí ganarme un hueco en tu corazón, 
si en mis torpes palabras encontraste apoyo, 
házmelo saber, permíteme ser feliz.



viernes, 23 de mayo de 2014

Ahora.

Ahora que me sabe como una más el único que me pensó especial, ahora que ya no se esforzará por mí el único que me importó lo suficiente para que yo luchara, ahora que ya no hay más mensajes de amor y ternura en la madrugada, ahora que me duele de igual manera confesarle mis deseos que callarlos.

Ahora que más le necesito, ahora que todo se vuelve complicado, ahora que mi estomago es incapaz de aceptar más comida por mucho que mi cerebro insista, ahora que los nervios me empujan a arañar mi piel a cada instante sin ser consciente de ello, ahora que los gritos no cesan a mi alrededor.

Ahora que tras meses de hibernación volvió su insomnio, ahora que las pesadillas le acechan, ahora que se reafirmó en su decisión de cerrarse al mundo, ahora que ya no le queda nada que le ate a la vida, ahora que sus promesas prometen quedar incumplidas.

Ahora y mientras siga buscando mi compañía en las noches en vela, en los días vacíos, en las tardes silenciosas, ahora y mientras me acepte como a igual, se ría con mis bromas, soporte mis quejas, ahora y mientras me lo permita, seguiré a su lado, seguiré callando, seguiré hablando, seguiré escuchando.

Ahora y hasta el fin de mis días me preguntaré a que sabían sus labios, aquellos que primero la distancia y después el desamor me impidieron probar.

martes, 13 de mayo de 2014

Somos como las vendas, la puñalada y el puñal. 
Nos ayudamos a sanar las heridas, las que hicieron otros 
y las que hicimos nosotros. 
Somos el punto débil, sangrante hasta el final. 
Somos un puñal de doble filo,
y nos dañamos, a ambos, cada vez que uno sale herido.

Y ya no sé qué hacer. 
Si me voy nadie, curará tus viejas heridas. 
Si me quedo, seguiré creando unas nuevas.
Y ya no sé qué creer. 
Si me quedo, ¿ignorarás mis dolores? 
Si me voy, ni sabrás de ellos.

sábado, 3 de mayo de 2014

Palabras que deberían herir pero sanan.

El alivio que sintió al escuchar esas palabras que debieron romperla le extrañó. No fue un sí, no fue un no, fue algo intermedio que probablemente marcaría un gran cambio, casi un final. Pero, pensándolo más detenidamente, era aquella afirmación la que llevaba días recorriendo su cabeza, la que usaba como ánimo, a la que se aferraba.

Pese a todo, pese a saber cómo acabaría todo, si hubiera podido hubiera vuelto al comienzo. Repetirlo todo, el placer y el sufrimiento, el dolor y la alegría, la desesperación y la felicidad, era mejor que el vacío que estaba por llegar. Pero… ¿Dónde estaba el comienzo? ¿En el día que supo de su existencia? ¿En la noche en la que fue consciente de ello? ¿O en la noche en la que dio el paso?

El día que lo conoció estaba muy lejos en el tiempo de todo lo bueno y lo malo, había mucho vacío hasta llegar a allí. La noche en la que dio el salto estaba muy cerca del final. No, quería volver a cuando se dio cuenta. Ahí todo era más bonito. O eso decía su memoria.

En esos días residía inocencia, esperanza y determinación a que nada de aquello pasara, no al menos tan pronto. Aun así, cuando tuvo la oportunidad, la aprovecho. No se arrepiente de haberlo hecho, pese a que el final no sea el deseado.


Se ha quitado una carga con aquella fatal frase. La carga de la duda ha desaparecido. El resto sigue igual. Y el vacío volverá ahora que nadie intentará detenerlo.

lunes, 28 de abril de 2014

The hole.


Hay un vacío abriéndose paso en mí. Cualquiera podría llenarlo, pero nadie lo hará.

Es como un boquete tan grande que ocupa la pared entera. Y esta ya no puede contener lo que hay dentro. Sin darse cuenta, muchos ponen un nuevo ladrillo que ayuda a mantenerlo, con pequeños gestos, pero es insuficiente: pronto la corriente lo arrastra.

Y me desbordo, poco a poco. Y me vacío, a cada instante. Pero es invisible. No se darán cuenta. Quizás porque sea tan común que ya no nos llama la atención. quizá porque jamás me atreva a pedir lo que necesito.

No es difícil ayudar. Lo complicado es que la ayuda dure y no se desperdicie.

Necesito lo que estoy entregando. Necesito que me paguen con la misma moneda. Regalar lo que me falta es la única forma de que lo devuelvan, pero no siempre lo hacen.

Si el agujero sigue creciendo, volverá el vacío de antaño, aquel que creí por siempre llenado. Tal vez sea mejor así. Que vuelva, que vuelva la calma a mí. Susurra algo en mí interior. Pero, no, que no regrese. Respondo gritando en silencio. Que jamás regrese el vacío.


Tic, tac. Tic, tac.
¿Quién ganará?

miércoles, 23 de abril de 2014

Matando dragones.

Son ya difíciles de encontrar esas mágicas criaturas nacidas del fuego para que llegue el narcisista caballero de turno y decida matarlo. Cree que así recuperará a la princesa, sin parar ni un instante a pensar que quizá no se la robaron, que quizá ella nunca fue suya, que siempre fue libre, que decidió marcharse.

Y, es que, para el ególatra en armadura, es impensable el rechazo. Es incapaz de aceptar que en la cueva del dragón haya más oro escondido que el que pueda haber en su castillo.

Tal vez la verdad sea que el dragón es quien realmente rescató a la damisela, pero la historia la escriben los vencedores, no sus muertos enemigos. Tal vez la realidad sea que la princesa nunca quiso ir con ninguno de los dos, pero nadie le dio otra opción.

Quiero dragones, fuertes, solitarios, llenos de rugiente magia, que vuelan y caminan. Quiero princesas que hablen y luchen, que decidan, que se hagan escuchar. Quiero príncipes que pierdan, que escuchen, que no basen su valor en sus conquistas amorosas.


No maten dragones, son difíciles de encontrar.

El mundo se convulsiona.




Todo está cambiando. Estos años han aparecido nuevas profesiones que nuestros padres eran incapaces de imaginar. Se están levantando revoluciones por todo el mundo. Se están legalizando cosas que nunca debieron ser ilegales.
Muchos están abriendo los ojos, muchos nunca los tuvieron cerrados. Muchos nacimos con el cambio. Forma parte de nosotros. Ahora sabemos el por qué y el cómo de muchas cosas y eso únicamente nos crea más preguntas.
Las fronteras del conocimiento se expanden, lo quieran o no los conservadores, ¿por qué no lo hacen también las sociales y políticas? Si sabemos que el cambio climático no es un cuento, que está sucediendo, que acabará con nosotros, ¿por qué aquellos que tienen poder no hacen nada por pararlo? Si sabemos que aquellos cuyo género o sexualidad se salen de lo preestablecido como "normal" no están enfermos, ¿por qué en muchos lugares se les sigue tachando de tales e incluso castigando? Si sabemos que mujer no es sinónimo de de débil ni sumisa, ¿por qué se sigue poniendo al hombre como superior?
Muchos se oponen al cambio, a la evolución, a la mejora, por el simple hecho de que a ellos hasta ahora les ha ido bien así. Pero no puede durar. Cuando no queden cultivos ni animales con los que puedan alimentarse, cuando ya no les queden ni apoyos ni a quienes robar, entonces y solo entonces se darán cuenta de su error.
Mientras tanto, aquel capaz de mirar más allá de sus narices y de comprender lo que ve, debería hacer algo por el mundo. Aquel que tenga oportunidad de ayudar al prójimo debería aprovecharla. No son necesarias grandes cosas para hacer este planeta un poco más habitable: dona sangre, hazte voluntario, conduce con precaución, no seas violento, cuenta hasta diez antes de gritar, aprende a escuchar, se tolerante con las diferencias, atrévete a decir las cosas buenas que te callas, no te dejes llevar por las masas, piensa antes de hacer. Y esto no es nada. Se puede hacer mucho más. Los pequeños actos de bondad son lo que realmente importa. 
Si todos actuamos con cabeza, todo irá bien. Todo puede ir bien. Pese a que muchos se opongan.
Nadie es una isla solitaria en este mundo, somos, por suerte o por desgracia, archipiélagos. Si contaminas tus aguas, la suciedad llegará a las del vecino. Si pides ayuda, alguien te la dará. Y esto es algo que siempre olvidamos.
Debemos comenzar a vivir como individuos únicos que forman parte de una misma especie y aprender que tenemos diferencias y similitudes, que lo que daña a uno puede dañarnos a todos. No importa si está en la otra punta del globo.
Por último, pido que no permitas que te silencien. Hazte oír, sin gritar, sin perder la calma, con argumentos, con objetividad. No intentes que tus padres estén orgullosos de ti, si no tus hijos.

jueves, 17 de abril de 2014

La mansión de las cosas por hacer.

Había una casa vacía, donde vivía una chica solitaria de pálida piel, de cabello desordenado. La casa era grande, llena de habitaciones por recorrer, de estanterías por llenar, de cuadros sin pintar, de ventanas y puertas sin abrir. La chica era pequeña, atestada de sueños por realizar, de ideas que compartir, de tiempo sin aprovechar, de vida sin vivir.

Tenía una larga lista de cosas que hacer, de aventuras que correr, de lugares que visitar, y nunca parecía llegar el momento de completarla. El tiempo pasaba, y pasaba, y pasaba, y ella se desesperaba. Nada cambiaba de un día a otro: las habitaciones seguían sin habitantes, las estanterías no sustentaban nada, los lienzos seguían en blanco, las ventanas estaban atrancadas.

Un día llego a la casa un fantasma que alborotó la calma del lugar. Las flores del jardín, que tanto habían costado mantener con vida, comenzaron a crecer descontroladamente, escalaban enjoyadas enredaderas por las fachadas. Las velas, candelabros y lamparas se encendían solas cada noche, incluso la chimenea si hacía frío. Las polvorientas y aterciopeladas cortinas se abrieron de par en par. Después de mucho tiempo los pájaros volvieron a anidar el los árboles que rodeaban la casa.

Con su poder y, sobre todo, con su compañía, el fantasma había hecho el lugar mucho más cálido y agradable. Pero las estanterías seguían vacías; los lienzos, sin pintar; las habitaciones, sin gente.

Faltaba algo. Faltaba algo. ¿Qué faltaba? ¿Qué faltaba? ¿Cómo conseguir el tiempo? ¿Cómo conseguir las ganas? ¿Cómo conseguir las oportunidades? ¿Cómo conseguir los recuerdos que llenen las estanterías si no se hace nada que merezca ser recordado?
Giraba y giraba veloz, clavando una de las cuchillas sobre el hielo. La otra pierna tenía estirada hacia atrás y su larga melena formaba una espiral a su alrededor. El corto vestido azul centelleaba cubierto de pequeños cristales y los patines blancos eran más impolutos que el propio hielo, demasiado rayado ya por las cuchillas.

Sin previo aviso comenzó a aminorar la velocidad mientras se encogía sobre si misma hasta que acabó de rodillas contra la fría superficie. Llevaba horas bailando, sin música, sin publico. Se dejaba llevar sin más.

Cuando el metal dejó de atacar al hielo, el silencio inundó el lugar. Paz, cansancio, tranquilidad y frío. Extrañamente eso la hacía sentir mejor. No importaba cuan sola estuviera, no se sentía así. Sobre la pista era libre y aquello era todo lo que importaba.

Al recuperar el aliento se le volvió a levantar y se deslizó hacia la salida de la pista. Se quitó los patines y entró en el vestuario a cambiarse para volver a casa.

viernes, 28 de marzo de 2014

Primavera.

#forest #travel #sunshine #sunlight #trees #rayoflight #switzerland #switzerlandwonderland #walk #spring #nature #iphone #vscocam

Con sus luces y sus sombras, con lluvias y vientos, con días grises y soleados, con árboles sin hojas y hiervas floreciendo, inestable y llena de vida llegó a mí la primavera. Huyendo del largo y yermo invierno en el que se hallaba mi corazón, esperando que el abrasador verano tarde en llegar, avanzo en una tormenta de sentimientos.

Preocupación, deseo, calma, pereza, paz, angustia, impotencia, felicidad, cariño, desesperación, pasión, desgana, ternura. Todas ellas, crecen ahora en mi interior, echan raíces en mi delicada alma como si de tierra fértil se tratara, pues esta no tiene ni piedras ni heridas.

Los vientos que azotan mi piel, también remueven mi mente. Caótica y hermosa sensación, que causa dolor y alivio. Espero que nunca termine.

Y quizá, cuando alcance por fin mi hogar, el pequeño jardín crezca hasta ser una jungla. Llena de vida hasta el fin de mis días.

No dejes que vuelva a caer en el vacío.
No permitas que vuelva a existir sin más.
No consientas que vuelva a dejar de sentir 
la vida corriendo por mis venas.

miércoles, 19 de marzo de 2014

In my room.


                 Mama doesn't know
                 what happens in my room.
                 That I fell in love,
                 that I fell apart.
                 She will never know
                 about those nights
                 I was awake 
                 past midnight.
                 She will never know
                 about those tinghs
                 I have written
                 when the world was too much.
                 Mama musn't know
                 about my sadness
                 and therefore
                 about my happiness.
                 Because she won't uderstand
                 that touching isn't needed
                 for love, for faith, for pain.


lunes, 17 de marzo de 2014


En su dolor encontré mis motivos. De su cansancio alimenté mis fuerzas. 
De su tristeza renació mi melancolía. A la llamada de sus recuerdos acudió mi rabia. 
De sus silenciosos gritos nacen mis nuevos sueños. Por las heridas de su alma despertó la mía.

Prometo permanecer cuando no quede nadie.
Prometo permanecer cuando sean tantos que no puedas contarlos.
Cuando rías, cuando llores, deseo compartirlo.

Será su sangre derramada el castigo de mi impotencia.
Serán sus desconsolados llantos el sonido más terrible que nunca escuché.
Serán sus cicatrices nuevas los barrotes de mi celda.

Tus secretos estarán a salvo. Mis labios estarán sellados por los besos que no dimos.
Tus noches serán veladas desde la distancia pues son el principio y el fin de mis días.
Hoy no habrá arrepentimiento, tampoco lo hallaré mañana. Mis promesas serán cumplidas.

Seguiré adelante, por ambos, por ninguno. Aunque parezca que no avance.
Seguiré esperando los cambios, las mejoras, las soluciones. Aunque parece que no llegan.
Seguiré luchando batalla tras batalla hasta el final. Aunque parezca que la guerra no acaba.

No puedo salvarte. Tú eres quien debe hacerlo.
No puedo abrazarte. Tú sabes que quiero.
Pero puedo apoyarte, siempre que me sigas aceptando.

domingo, 2 de marzo de 2014

Querer no es suficiente.





Dicen que "Querer es poder", pero no es cierto. Si simplemente con deseos y esfuerzos se consiguiera todo, qué hermoso sería el mundo. Hacen falta más cosas que querer: hace falta confianza, hacen falta fuerzas, hacen falta unas ciertas condiciones.
Si querer fuera poder, yo no estaría aquí. Estaría con él, seguiríamos juntos, pero ninguno tenemos fuerzas para soportar sus circunstancias.
Quizá si los kilómetros fueran menos, si mi experiencia más, su dolor menor o el tiempo mayor... Seguro que entonces sí.
Pero querer no es suficiente, las intenciones sirven de poco; y se valoran aun menos; las circunstancias pesan mucho, la impotencia hace mella en la esperanza y lo que deseamos no es siempre lo que necesitamos.

lunes, 24 de febrero de 2014




Bajo mis uñas, entre mi pelo, en mi piel, en mi sangre. Forma parte de mí. Esperando resurgir, esa impotencia de cuando no sabes qué debes hacer, de cuando lo sabes y no puedes, de cuando lo sabes y no eres tú quién debe hacerlo.
Una y otra vez vuelve a atacarme, justo cuando más necesito actuar. Mis palabras se vuelven torpes cuando intento consolar, mis pasos se vuelven pesados cuando intento correr.
Estiro mi brazo, mi cuerpo entero, y no llego, y no llego. A unos milímetros de rozarlo, a unos centímetros de agarrarlo, a años luz de conseguirlo.
Forma parte de mí, después de tanto tiempo acompañándome, está impotencia. Inexorable, interminable, inevitable. 

jueves, 16 de enero de 2014

Vacío, mi infiel compañero.

Hoy, después de mucho tiempo, he vuelto a sentirme vacía y, por decirlo así, apátrida. 

Mi vida carece de sentido alguno y siquiera soy yo quién la controla. Hace poco tomé una importante decisión, hacerme vegetariana, pero al parecer si a mi madre le da la gana me veré obligada a volver a una dieta omnivora. Seguir mis ideales, já, ¿me creía con derecho a ello?

Vuelvo a sentir que no hay ningún grupo al que pertenezca. Sí, tengo bastantes amigos, pero la mayoría no verdaderos, no podría confiarles muchas de las cosas que necesito contar.

Además las cosas que realmente quiero son aquellas que no soy capaz de conseguir. Lo más importante para mí parece tan lejano...

De nuevo volveré a dejar que la inercia controle mi vida durante algún tiempo, mientras me desespero cada vez más.

martes, 14 de enero de 2014

Apenas se escuchaba el lejano murmurar de agua y el suave cantar de los pájaros.  La luz se filtraba entre las hojas de los árboles, cuyas ramas se entrelazaban formando un verde techo. Como era costumbre, la joven niña recorría ágil de aquí para allá, su pomposa falda no era nuca molestia y ni sus preciosos zapatitos de punta brillante y redonda ni sus altos calcetines blancos se manchaban. Sus pasos no resonaban, mas a veces se la oía cantar de forma tan dulce que los pájaros callaban y los pequeños animalitos del sotobosque se acercaban a escuchar.

Cuando llegó al claro, aquel cerca del arroyo, donde los ciervos acuden a pastar, se sentó en la hierba con esa extraña delicadeza suya. Los normalmente asustadizos animales, la aceptaban allí sin temor alguno, como si ese fuera el lugar más lógico en el que encontrar a tan delicada señorita de piel clara, largos rizos y graciosas pecas. Junto a ella crecían salvajes las más bellas plantas, con sus pequeñas flores de hermosos colores y sus suaves tallos y hojas verdes. Como siempre, decidió trenzar con ellas coronas, colgantes y pulseras. En cuanto tocaba una de las ramitas, está se separaba de la planta, como quien se desprende de un abrigo innecesario, como la dama que regala un mechón de su cabello a su amado.

Cuando se cansó se dejo caer sobre la verde alfombra y esperó. Vio al sol ponerse por un lado, tiñendo el cielo de cálidos y brillantes colores, mientras que por el otro ascendía la luna acompañada de azules cada vez más oscuros. Los ciervos y conejos se marcharon y su lugar fue tomado por búhos y luciérnagas.

En casa habían dejado de temer por ella y correr a buscarla si tardaba en volver al ver como los lobos le hacían reverencias y los osos ofrecían su lomo para llevarla.


Así, el bosque vio crecer  a la niña y esta vio como pasaban una tras otra las estaciones, enamorados el uno del otro. 

lunes, 6 de enero de 2014

Seamos típicos.

Supongo que toca, hoy mi último día de vacaciones, hacer una entrada en memoria del año que acaba de terminar y de bienvenida para el que acaba de comenzar.

Mi 2013 se puede resumir en pocas palabras, Twitter, Tumblr y fandoms entre ellas. Me pasé el año en el ordenador, casi sin salir con los amigos. Pero está bien. Me gusta estar sola. He tenido tiempo de empezar bastantes series y de fangirlear. También he conocido a gente nueva a través de Twitter, además de "estrechar" las relaciones que tenía con algunos (Básicamente la gente de mi querido y abandonado Yodibujo).

Por navidad, ni por reyes, no he pedido nada. Lo que es extraño, porque siempre quiero algún libro en concreto. No es que no me apetezca leer ninguno, es que son demasiados y no habría sabido cuál escoger. Mi lado lector está en un pequeño bloqueo. Pero, temiendo sonar cursi, ñoña o repipi, he de decir que estás navidades he conseguido lo mejor que podría tener, pese a que esté lejos.

Al 2014 no le pediré mucho, me basta con que sea un poco más animado. Y, bueno, que las musas se pongan de mi lado. Hace mucho que no avanzo con ninguna de mis historias.

Creo que he sonado un poco más deprimente de lo que en realidad estoy. Pero, en fin, es el último día de vacaciones y mañana volveré al horario de una hora de Internet por día que me lleva impuesto desde hace unos meses, no es que sean motivos para dar saltos de alegría.

Espero que hayáis tenido unas felices vacaciones y que el nuevo año os llegue cargado de cosas positivas.

jueves, 2 de enero de 2014

Landscape.

Todo lo que busco está ahí fuera. No fuera de este cuarto, ni de esta casa. Está fuera de este pueblo, más allá de casi todo el que me rodea.

Busco viajes, busco aventuras, lugares nuevos, lugares viejos, ruinas en piedra construidas, ciudades de luces y ruidos, bosques en silencio, aguas en calma, noches de tormenta, noches estrelladas. Busco soledad, busco compañía, busco soñadores, busco artistas, busco aventureros, busco heroes, busco villanos.

Y es en la oscuridad de está habitación donde me siento bien y donde me siento mal. Es aquí y solo aquí donde me siento libre. Encerrada en este lugar es desde donde más lejos he llegado, desde donde más he visto, desde donde más he conocido.

Me piden que salga, pero eso me encerraría.