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miércoles, 23 de abril de 2014

Matando dragones.

Son ya difíciles de encontrar esas mágicas criaturas nacidas del fuego para que llegue el narcisista caballero de turno y decida matarlo. Cree que así recuperará a la princesa, sin parar ni un instante a pensar que quizá no se la robaron, que quizá ella nunca fue suya, que siempre fue libre, que decidió marcharse.

Y, es que, para el ególatra en armadura, es impensable el rechazo. Es incapaz de aceptar que en la cueva del dragón haya más oro escondido que el que pueda haber en su castillo.

Tal vez la verdad sea que el dragón es quien realmente rescató a la damisela, pero la historia la escriben los vencedores, no sus muertos enemigos. Tal vez la realidad sea que la princesa nunca quiso ir con ninguno de los dos, pero nadie le dio otra opción.

Quiero dragones, fuertes, solitarios, llenos de rugiente magia, que vuelan y caminan. Quiero princesas que hablen y luchen, que decidan, que se hagan escuchar. Quiero príncipes que pierdan, que escuchen, que no basen su valor en sus conquistas amorosas.


No maten dragones, son difíciles de encontrar.

jueves, 17 de abril de 2014

La mansión de las cosas por hacer.

Había una casa vacía, donde vivía una chica solitaria de pálida piel, de cabello desordenado. La casa era grande, llena de habitaciones por recorrer, de estanterías por llenar, de cuadros sin pintar, de ventanas y puertas sin abrir. La chica era pequeña, atestada de sueños por realizar, de ideas que compartir, de tiempo sin aprovechar, de vida sin vivir.

Tenía una larga lista de cosas que hacer, de aventuras que correr, de lugares que visitar, y nunca parecía llegar el momento de completarla. El tiempo pasaba, y pasaba, y pasaba, y ella se desesperaba. Nada cambiaba de un día a otro: las habitaciones seguían sin habitantes, las estanterías no sustentaban nada, los lienzos seguían en blanco, las ventanas estaban atrancadas.

Un día llego a la casa un fantasma que alborotó la calma del lugar. Las flores del jardín, que tanto habían costado mantener con vida, comenzaron a crecer descontroladamente, escalaban enjoyadas enredaderas por las fachadas. Las velas, candelabros y lamparas se encendían solas cada noche, incluso la chimenea si hacía frío. Las polvorientas y aterciopeladas cortinas se abrieron de par en par. Después de mucho tiempo los pájaros volvieron a anidar el los árboles que rodeaban la casa.

Con su poder y, sobre todo, con su compañía, el fantasma había hecho el lugar mucho más cálido y agradable. Pero las estanterías seguían vacías; los lienzos, sin pintar; las habitaciones, sin gente.

Faltaba algo. Faltaba algo. ¿Qué faltaba? ¿Qué faltaba? ¿Cómo conseguir el tiempo? ¿Cómo conseguir las ganas? ¿Cómo conseguir las oportunidades? ¿Cómo conseguir los recuerdos que llenen las estanterías si no se hace nada que merezca ser recordado?
Giraba y giraba veloz, clavando una de las cuchillas sobre el hielo. La otra pierna tenía estirada hacia atrás y su larga melena formaba una espiral a su alrededor. El corto vestido azul centelleaba cubierto de pequeños cristales y los patines blancos eran más impolutos que el propio hielo, demasiado rayado ya por las cuchillas.

Sin previo aviso comenzó a aminorar la velocidad mientras se encogía sobre si misma hasta que acabó de rodillas contra la fría superficie. Llevaba horas bailando, sin música, sin publico. Se dejaba llevar sin más.

Cuando el metal dejó de atacar al hielo, el silencio inundó el lugar. Paz, cansancio, tranquilidad y frío. Extrañamente eso la hacía sentir mejor. No importaba cuan sola estuviera, no se sentía así. Sobre la pista era libre y aquello era todo lo que importaba.

Al recuperar el aliento se le volvió a levantar y se deslizó hacia la salida de la pista. Se quitó los patines y entró en el vestuario a cambiarse para volver a casa.

domingo, 27 de octubre de 2013





¿Qué le voy a hacer si a las musas les gusta jugar conmigo, e, igual que vienen, se marchan si importarles si acabado y cuando vuelven lo hacen con cosas nuevas?

¿Qué le voy a hacer, si lo que hago, lo hago por ellas mas que darles lo me piden mientras permanezcan?

Y, una vez se marchan, cuando soy libre de hacer lo que quiera, a mi ritmo, me falla la constancia.

¿Qué le voy a hacer si me pueden la pereza y la desgana frente a la codicia?

¿Qué le voy a hacer si, cuando las musas se van, lo que plasmo es para mi y yo ya lo tengo en mi mente?
¿Qué aliciente hay en contarme una historia que ya conozco, en mostrarme la imagen que ya he visto si en mi mente es más bello?

Y es por esto por lo que escribo y dibujo sandeces improvisadas en lugar de las grandes obras que se guardan en mi cabeza.

sábado, 19 de octubre de 2013

Deseo.



Deseó una y otra vez lo mismo. Y esperó con impaciencia a que se cumpliera, pero esperó.
Y no se cumplía, pero no debía perder la esperanza pues esa era la única forma para conseguirlo.

Lo pidió a las pestañas que se sueltan, a las estrellas que se caen, a los dientes de león que vuelan y a las velas que se apagan. Y no se cumplía, pero no debía perder la esperanza o quedaría perdida en un mundo sin motivo, sin razón.

Y esperará, esperará hasta la muerte si es necesario. Con impaciencia y esperanza.

Y creerá, creerá hasta la muerte si es necesario. Intentando no caer en la locura.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Observándote.

Te observo mientras lees, durante horas. Es tan maravilloso observar como tu expresión cambia tantas veces seguidas.

Sé que debería estar más atento a mi libro, pero mirarte es tan entretenido como él, o más, y leer puedo hacerlo en cualquier momento, a ti solo te tengo ahora. Una de esas extrañas veces donde dejamos nuestra asocial vida y nuestros dormitorios para reunirnos en una sola habitación. Aunque solo hagamos lo que haríamos por separado: leer, escuchar música, ver alguna serie o película o simplemente navegar por internet.

Tu cara pasa de tener una sonrisa picara a unos los ojos llorosos, de la sorpresa al "ya lo veía venir", de la ternura al odio.

A veces, incluso lloras y es entonces cuando recurres a mí. Creo que soy la única persona que te ha visto llorar en los últimos meses. Pocas veces lo haces por ti, siempre son tus lagrimas causadas por el dolor de otros. Quizá sea tu empatía el peor de tus males.

Cuando más me duele es cuando no consigues soltarlo, cuando intentas llorar y no puedes, cuando intentas explicarlo y no sabes.

Creo que me he enamorado, de tu risa, de tu llanto, de tu silencio y de tus palabras, de tu mirada cuando lees y de tu respiración cuando duermes.

Pero, ¿cómo puedo saber si seré correspondido?
Sé de ti cosas que nadie sabe, pero sigo teniendo la sensación de que no es suficiente. Podría decir la lista de los libros que has leído este año, por orden, conozco cada uno de tus lunares de tu cara, sé cual es tu película favorita y el grupo de música al que más escuchas, conozco tus temores más ocultos, pero... ¿Cuales son tus planes de futuro? ¿Estoy yo en ellos? ¿Quienes son tus otros amigos, esos con los que sales algún que otro fin de semana? Nunca me los has presentado. ¿Te avergüenzas de mi?
¿O es que soy tu secreto, tu tesoro, no quieres compartirme?
¡Qué tonterías pienso!
Tampoco sé si alguna vez has tenido pareja. Solo sé que ahora no tienes. 

No conozco tu pasado, tampoco sé que quieres del futuro y del presente, apenas unos trazos. Pero yo estoy en él, y eso es lo que cuenta, ¿no?

Te diré de dar un paseo... E intentaré cogerte la mano. Te preguntaré por tus platónicos. Sí, eso haré. Lo voy a intentar. Y si no lo consigo me conformaré con lo que tengo.

Me conformaré con mirarte al leer.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Apareciste de repente, sin previo aviso, por accidente. Tu no dejabas de estrellarte, yo no conseguía alzar el vuelo. Te tendí la mano y, ¡qué sorpresa!, la aceptaste. Confiaste en mi, no esperaba que fuese tan fácil. Nadie lo había hecho antes.
 
Muchos dirían que eres fea, muchos dirían que les das asco. Yo creo que eres suave y extraña.
 
Te empuje arriba, te aleje de todo obstáculo, directa al cielo, conseguí que volvieses a volar. Pero yo me quedé en tierra, encerrada en mi jaulita.
 
Cuando me quise dar cuenta, te habías vuelto a estrellar en el mismo lugar. Cuando me quise dar cuenta, habías caído en el mismo sitio. Te volví a levantar y te marchaste por fin.
 
Creía que serías lista y te alejarías de todo eso. Tardaste un poco más, pero volviste a estrellar.
 
Fui a socorrerte como siempre, pero esta vez parecías no esperar que nadie te ayudase. Cuando me acerqué, me ignoraste. No dejabas de correr de un lado para otro, dándote cabezazos, escondiéndote.
Me costó, pero volviste a mi lado. Y, de nuevo, te impulsé hacia el cielo.
 
Hace tiempo que no te veo. Yo sigo en tierra, espero que tu sigas volando. No tengo noticias tuyas, pero deseo que la luz no te ciegue otra vez y que ahora no pueda ayudarte.
 
 
 
***
 
 
 
Has vuelto. ¿Por qué? Te cuesta aprender. Yo solo quiero que seas libre.
Parece que ya no confías en mi. Intento ayudarte y me esquivas. Pero te conozco. Sé como hacerte volar.
 
Lo he vuelto a conseguir, vuelves a ser libre. Me pregunto qué haces cuando te elevas, a dónde vas, por qué caes una y otra vez, qué te ciega.
 
Espero que no vuelvas. No podría soportarlo.
 
Vuela libre, querida polilla. Tu que fuiste mi única compañía aquella madrugada.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Por un ángel.

Existe un ser que parece como nosotros, pero no lo es. Es muy viejo, pero no lo parece. Es muy sabio, pero no lo creen. No es un loco, pero lo tachan de tal. Y , sobre todo, esta muy solo, pero no lo podemos remediar.
Ese ser es el último de los de su clase, al menos, que él sepa. Es un soñador. Es un poeta. Es un inventor. Es un escritor. Es un viajero. Es un pintor. Es un escultor. Es un maestro. Es un alumno. Es rey. Es dios. Es súbdito. Es creyente. Lo es todo. Y no es nada. Esta vivo y, además de eso, vive.
Le importa el saber. Le importa la moral. Es capaz de creer todo lo que le digas, pese a saber que es mentira, porque confía en quien no le ha hecho daño y porque sabe diferenciar entre conocimiento y fe. No necesita leyes, se guía por la ética.
Es un ser bueno, que sabe que el dinero no se come y que imagina que el infierno esta vacío. Los demonios están ente nosotros.
Tiene razón. Pero también hay ángeles. Lo sé. Está él, ¿no? Y me niego a creer que es el único.
Soportaré la carga de este mundo, sola o acompañada, para encontrarle. No dejaré que pierda la esperanza, porque, entonces, dejará de ser él y morirá un ángel.


"Soportaría un mundo de demonios
por estar con mi ángel."
~Madame de Pompadour.~
~La chica de la chimenea~
~Doctor Who~

lunes, 2 de septiembre de 2013

Sueños de primavera.


 
Era una fresca noche de finales de primavera. La pequeña Marie se preparaba para dormir: llevaba puesto su largo camisón y estaba desaciendo la cama. Miró por la ventana abierta, desde ella se podía ver un hermoso valle y, en el cielo añil, se veían millones de puntos brillantes, pero no todos eran estrellas.
Una de esas luces se paró junto a la ventana, Marie se acercó timida, con miedo de espantarla, y vió como aquel ser la saludaba antes de seguir su camino.
 
-¡Mamá, mamá! -la niña salio corriendo de la habitación- ¡He visto un hada, mami! -dijo tirando de la manga de su madre
 
-¿Qué dices, Marie? -contestó la madre mientras la niña la arrastraba escaleras arriba hasta su dormitorio
 
-Allí, mami, en la ventana. ¡Se paró y me saludo!
 
La mujer se asomó a la ventana y solo vio una nube de luciernagas cruzando el valle en dirección al lago.
 
-Son solo luciernagas, cariño, debiste imaginartelo. -murmuró en un tono dulce y condescendiente- Ya es tarde, duermete -llevó a al niña a la cama y le dió un beso en la frente.
 
Salió de la habitación, cerró la puerta y volvió a lo que estaba haciendo.
 
Mientras tanto, la "luciernaga" que se había parado, salío de su escondite, pegada a la pared exterior junto a la ventana, entre las enredaderas que cubrían el muro, entró en la habitación y besó, de nuevo, a la niña, que ya dormia, en la frente. Después, se marcho junto a sus compañeras en su migración.

sábado, 31 de agosto de 2013

Relato raro que se me ocurrió al salir de la ducha. / No sé como llamar a esto.

Mandy se levantó e hizo lo mismo de todos días: se vistió, se recogió su lisa y oscura melena en una coleta alta, se maquilló ligeramente su palida piel, desayuno y salió de casa.
Pero hubo algo que le hizo salir de su rutina: se encontró con Billie a mitad de camino.
Billie iba de la mano de un chico que Mandy no conocía, debía haber roto con su anterior novio.
A Mandy se le "cruzó un cable", se inundo de ira al volver a ver su maldita cara. Comenzó a pegarle, lo que cogió a Billie por sorpresa.
"Las clases de yudo que he estando tomando desde la última vez que le vi estan siendo muy útiles." pensó la chica mientras golpeaba la cara de Billie, tendido en el suelo.
La tez oscura del hombre se estaba llenando de sangre, como su camisa y las manos de su asaltante. El nuevo novio de Billie intentó separarles, pero Mandy era más fuerte que él, por lo que decidió llamar a la policía.

***********
Bob entró en la comisaria en busca de Mandy. Cuando la encontró se sentó a su lado.
-¿Por qué lo has hecho?-preguntó Roberta
-Si hubiera sido él quien me hubiese atacado a mi dirían que fue violencia machista, simplemente. Pero como fui yo quién golpeó su cara negra, es un acto de racismo. ¡Oh, y como además iba de la mano de su novio, resulta que también soy homófoba! -dijo Mandy con acidez sin mirar a su chica
-Tranquilizate, cariño.
-Ellos no saben nada. No saben que hace un año ese -Mandy dijo algo verdaderamente desagradable- nos dió una paliza a mi hermana y a mi ni que nuestros "asquerosos ojos rasgados de chinas"- citó a Billie- pasaron dos semanas en el hospital-su voz se alzaba cada vez más.
-Mandy, relajate, lo aclararemos todo cuando nos interroguen, ¿vale?
-¡Mandita sea, Bob! ¿Qué les diré? ¿Qué ese afroamericano gay es un racista? ¿Qué me estaba vengando porque el año pasado nos dejó a mi y a mi hermana ingresadas? Solo lo toman por racismo cuando el que ataca tiene la piel clara y el que recibe es, como minimo, mulato. ¡Porque nadie se mete con los de piel amarilla! - gesticulaba mucho- Además, la mayor parte de la gente, sin contar a los homófobos, da por sentado que todos los homosexuales son buena gente. Y era él el que iba con su pareja.
 
~~~~~~~~~
 
Moralejas:
1. No todo es lo que parece.
2. El racismo puede ir en cualquier dirección.
3. No todos los gais son buena gente.
4. Una mujer también puede darle una paliza a un hombre. 
5. (Alerta: topicazo) No todo es lo que parece.
 
Y si, Bob es una mujer. Eso, básicamente, lo saque de una serie donde la pareja de la madre de los protagonistas era una mujer a la que llamaban Bob.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Maldito equilibrio.

Su vida era ideal. Sacaba buenas notas, tenía buenos amigos, en casa no había muchas peleas y ninguna grabe. Por eso todos se sorpendieron cuando el filo de metal corto su piel y su vida.
 
Nadie sabía que tenía un sueño, un sueño del que todas las veces que había hecho mención se había reido. Nadie sabía que vivía estresado y con miedo a perder el delicado equilibrio que había conseguido.
 
Pero un día lo encontraron en su cuerpo tendido en el suelo, inerte, con un corte atravesando a lo largo del brazo y las ropas manchadas de sangre.
 
Nunca había tenido problemas con nadie, tampoco demostraba tener problemas de ansiedad. Su piel no tenia cicatrices, ¿por qué iba a tenerlas su corazón? Por eso todos se sorprendieron cuando lo encontraron muerto.
 
Lo último que pensó fue que si se iba ahora, ahora que todo estaba bien, las cosas no empeorarían. Era la única forma de que el equilibrio no se desestabilizase. Creía que, como no iba a poder cumplir su sueño y vivir de él, no merecia la pena seguir.
 
Nadie le pregunto nunca si estaba bien, daban por sentado que si. Nadie supo nunca por qué lo hizo, se dieron cuenta demasiado tarde.
 
Nadie se libra del dolor,
por muy perfecto que parezca
todo a su alrededor.

jueves, 22 de agosto de 2013

Sin motivo alguno.

Soy el dolor sin herida.
Mi corazón no se ha roto, pero igualmente sufre.
Nadie me ha hecho daño, pero me duele.
Si alguién puede morir sin causa, esa soy yo. 
Si alguién simplemente se apagase para siempre, sería yo.
Soy el dolor sin golpe.
Seré la vela apagada para siempre
antes de consumirse.

domingo, 11 de agosto de 2013

No hacen falta las palabras.


Lo nuestro nunca fue oficial. Ni siquiera entre nosotros. Nunca nos dijimos "te quiero". Nunca nos dijimos "te amo". No hacía falta. Un día cuando nos quisimos dar cuenta, nos estábamos besando. Un día nos percatamos de que estábamos cogidos de la mano, y ninguno se soltó. Nunca nos dijimos nada. No eran necesarias las palabras. Un día, encontré su cabeza sobre mi hombro. Otro, sin darme cuenta, acabé con mi brazo al rededor de los suyos.  Ambos sabíamos lo que sentíamos. Nunca entendimos esa necesidad humana de confirmarlo. Una noche, tuvo una pesadilla y acabo durmiendo conmigo. Despertamos abrazados.

Hace mucho que no le veo. No me preguntes si lo he superado, no me preguntes si le sigo amando. Es obvio que no le he olvidado, que sigo sintiendo lo mismo. Para superar algo, para cambiar de parecer respecto a algo hay que pensar en ello e, igual que entonces no pensaba en lo que hacíamos, no lo he pensado. Y sé que él tampoco.

Aquí llega. Hacía tanto que no le veía. Se acerca, corriendo. Oh, espera, yo también estoy corriendo. Esta a unos metros tan solo. A uno. A medio. A unos centímetros. Esta entre mis brazos. Reímos. Lloramos. Me besa. Reacciono. Le devuelvo el beso. Caminamos al piso que compartíamos, del que se tuvo que ir, en el que yo me quede, el que volvemos a compartir.

Ambos nos hemos vuelto a enamorar, hemos tenido más relaciones. Pero lo nuestro era especial. Nunca puede terminar aquello que no empezó. Y nosotros nunca fuimos nada. Solo dos personas que se querían. Que se quieren.  ¿Hace falta una palabra para eso? ¿Es necesario etiquetarlo? ¿Tendríamos que catalogarnos? Creo que no.

Esta noche duermo en su cama. Si es que se le puede llamar dormir. También hablamos durante horas. Nos contamos lo que hemos hecho este tiempo, donde hemos estado, a quien hemos conocido. No decimos nada de lo que sentimos. Ni siquiera que nos echábamos de menos. Ya lo hemos demostrado.

~~~~~~~~~~~

 

Esto se me ocurrió mientras estaba buscando por Tumblr Mycroft x Lestrade. No es que shipeé Mystrade, pero me aburro. Supongo que también está un poco influenciado por Gallavich (Shameless USA, Ian Gallagher x Mikey Milkovich) y por un fanfic Johnlock (John Watson x Sherlock Holmes)  de Sherlock BBC.

Efectivamente, en mi mente los dos protagonistas de esta extraña historia de amor son hombres. (En mis historias están empezando a aparecer más parejas gay de lo habitual... Aunque tampoco es un problema...)

Y en vuestra cabecita, ¿cómo eran los personajes?

domingo, 4 de agosto de 2013

Pureza.

Ella es quien mejor conoce el amor.
Ella que no ha escuchado falsos "te quiero", falsos "te amo".
Ella que todavía no ha visto la imagen distorsionada que crean las personas.
Ella que no ha sido engañada.
Ella que no ha mentido.
Ella que sueña con "para siempre"s que no han sido mancillados.
Ella que aun cree.
Ella que posee un corazón puro.
Ella que no ha sido herida.
Ella que no ha herido.
Ella que no ha sentido.
Ella que espera.

Ella.

Flores del desierto.




Quedaron hace tiempo las semillas enterradas en la arena. Después de tanto tiempo, siguen esperando.

De repente, cae una gota, y otra, y otra. Tip, tip, tip.  La arena seca se convierte en barro. Del desierto muerto nace un jardín. Salvaje belleza. Crecen rápidas las hiervas, las flores. Su vida es breve, deben ser veloces.

Esperaron meses, tal vez años, durmiendo bajo tierra. Mereció la pena. Ahora empiezan a salir unos brotes por allí, otros por allá. Cada instante son más altos. Por ahí, justo ahí, mira esa flor que se abre.

Rápido, rápido, pequeñas. No hay tiempo. Vuestra vida es corta, aprovechadla. Jardín de un minuto.

De nuevo, todo muere. Se cierran las flores, se caen las hojas. El viento trae arena, que todo lo cubre.
De nuevo, las semillas quedan enterradas bajo el manto dorado. Ya no hay barro, ya no hay verde. El tiempo trae una promesa.

Algún día, quien sabe cuándo, volverá a llover y el agua que cae despertará a la vida que duerme.

No es culpa tuya.

Pequeña flor, de colores brillantes. Dulce flor, de fragante olor. De suaves pétalos, de fino tallo. Vives tranquila, creciendo en cualquier lugar, puede que entre malas hiervas, puede que junto a un rosal, pero nadie niega tu belleza. Eso sería mentir.
Un día, alguien te vio. Un caminante que se creía dueño de todo lo que pudiera coger. Y le pareciste tan hermosa, y pensó que a nadie le importaría.
Sin preguntarte, se agachó, te acercó a su nariz, te olió y te arranco. ¡Se creía que tenia derecho!
Te llevó a su casa, te puso en agua. Sin tierra, sin aire, sin luz.
Si te hubieras quejado, si hubieras dicho que no querías estar ahí, ¿qué hubiera dicho la gente? Creo que puedo oírles:
"Es culpa tuya, por ser tan hermosa."
"Es culpa tuya, por ser tan débil."
"Es culpa tuya."
Pero no lo es, ¿verdad? El podía haberse resistido a tomarte, el podía haberte elogiado y haberse marchado, como hacían todos.
Ahora te marchitas sola. Nadie te comprende. Creen que lo ibas buscando. Creen que querías que alguien te llevase por tu belleza. Si no, ¿por qué te mostrarías tan bella como eres?

No es culpa tuya, sino suya.
Por dejarse llevar por su instinto animal.
Por creer tener derecho a hacerlo.

domingo, 21 de julio de 2013

Ya no se besan, ya no se ríen. ¿Por qué siguen juntos? ¿Es por costumbre? ¿Es por miedo?

Ya nadie recuerda la última vez que se besaron, la última vez que pasearon juntos por la playa, la última vez que hicieron las típicas bromas de pareja. Y si alguien lo recuerda, no lo demuestra.

O quizá si lo hagan. Quizá si se besen, quizá si se abracen, quizá si se dicen te quiero, pero simplemente no hay nadie delante cuando pasa. Eso sería una bella ilusión, ¿verdad?

Ya solo hay peleas, discusiones y quejas. Ambos dicen que el otro esta insoportable, pero ninguno se da cuenta de que el mismo también lo esta.

Que extraña pareja esta, que ya no parece sentir nada, que simplemente deja el tiempo pasar. Puede que no tanto. Puede que sea normal. Puede que sea común. Puede que demasiado.

¿Es esto lo que el tiempo le hace al amor?

sábado, 20 de julio de 2013

Despiertame.




Me muevo por inercia. Me dejo llevar por la rutina. Me ata la costumbre. Mientras, sueño con el cambio.

Parece que despierto cuando empiezo a decir lo que pienso, cuando critico al mundo, pero es solo un acto reflejo, como el hombre en coma que mueve la mano.

Sigo dormida, esperando y nunca haciendo. No me digáis que el momento adecuado es ahora, porque observo a través de mis parpados cerrados en busca de la señal que me despierte, como una alarma en el teléfono.

Créeme, no quiero estar aquí. No te ofendas, no es por ti. No es por lo que tengo, sino por lo que deseo tener.

Me iría con el primer loco que me dijese "Ven conmigo" y me tendiera la mano. Si algo he aprendido de las historias, es que merece la pena arriesgar.


Me lleva la inercia. Me arrastra la rutina. Me encierra la costumbre. Mientras, pierdo la esperanza.

jueves, 13 de junio de 2013

Trifurcación.

Es tan difícil avanzar cuando no sabes que dirección escoger. Me hayo ante el punto en el que el camino se divide en tres. Todo el mundo parece tenerlo tan claro... Y yo solo me dedico a ver como van avanzando por la dirección que escogieron.

Hay quien da por sentado el camino que he escogido, hay quien cree saber que camino escogeré al final. Pero nadie se plantea que pueda coger el camino que avanza entre ambos.

He oído que uno de cada diez encuentra un cuarto camino, quizá este yo entre ellos.

Me hayo dando vueltas sobre mi misma, esperando una señal que me diga "Ven por aquí, este es tu lugar."

En ocasiones siento que necesito lo que se encuentra al final de los tres caminos, porque todos llevan a lo mismo, pese a que la ruta sea distinta.

En realidad, no debo decir nada, cuando llegue el momento solo tendré que dejarme llevar. Pero que dura es la espera.

sábado, 1 de junio de 2013

Apoyo.


Desvaríos de un viejo loco. Es arriesgado. Pero merece la pena. Lo intentará. Y puede que incluso lo consiga.

 Ilusión y esperanza no le faltan, ¿qué más necesita? Tiempo. Se le agota. Es su ultima oportunidad, ahora o nunca. Los años no perdonan y, aun que no tiene demasiados, han sido duros.

 Caminara hasta el borde del precipicio y, si es necesario, saltara, todo para defender su idea, todo para llevar a cabo su plan.

 Yo confio en el. Parece que soy la unica persona que lo hace. Eso no me hará cambiar de opinión. Si es necesario, tomare su mano al saltar.

 Ahora no le importa nada más que su idea y a mi no me importa nadie más que el. Si es necesario le empujare para que se acerque al borde. Se que es lo que quiere y necesita, pero no se si se atreverá.