viernes, 23 de mayo de 2014

Ahora.

Ahora que me sabe como una más el único que me pensó especial, ahora que ya no se esforzará por mí el único que me importó lo suficiente para que yo luchara, ahora que ya no hay más mensajes de amor y ternura en la madrugada, ahora que me duele de igual manera confesarle mis deseos que callarlos.

Ahora que más le necesito, ahora que todo se vuelve complicado, ahora que mi estomago es incapaz de aceptar más comida por mucho que mi cerebro insista, ahora que los nervios me empujan a arañar mi piel a cada instante sin ser consciente de ello, ahora que los gritos no cesan a mi alrededor.

Ahora que tras meses de hibernación volvió su insomnio, ahora que las pesadillas le acechan, ahora que se reafirmó en su decisión de cerrarse al mundo, ahora que ya no le queda nada que le ate a la vida, ahora que sus promesas prometen quedar incumplidas.

Ahora y mientras siga buscando mi compañía en las noches en vela, en los días vacíos, en las tardes silenciosas, ahora y mientras me acepte como a igual, se ría con mis bromas, soporte mis quejas, ahora y mientras me lo permita, seguiré a su lado, seguiré callando, seguiré hablando, seguiré escuchando.

Ahora y hasta el fin de mis días me preguntaré a que sabían sus labios, aquellos que primero la distancia y después el desamor me impidieron probar.

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