domingo, 28 de julio de 2013

Futuro.

Eso siempre había formado parte de mis planes. Pero cuando hoy mi madre lo menciono me sorprendí a mi misma pensando que se equivocaba. ¿Cuándo cambie de planes? ¿En que momento de los últimos días, de las últimas horas  paso?

Es lo que he querido siempre, y lo sigo queriendo, pero en ese momento pareció algo distante e irreal, pese a que, de todos mis sueños, es posiblemente el más real, el más lógico.

Ahora mis sueños imposibles parecen ciertos, pero a la vez inalcanzables. Volví a creer que es posible, pero no tengo esperanzas de que sea mi futuro.

Pero siempre queda aquella opción que no se cuando apareció, pero desde entonces no ha desaparecido. Es el punto intermedio entre la fantasía y la realidad.

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