lunes, 30 de junio de 2014

Summer mornigns.








Mañanas tranquilas, perezosas, de luz clara y amable. Sin prisas, sin nervios, llenas de posibilidades, faltas de resultados. Camas desechas, ventanas abiertas, respiraciones pausadas, brisa fresca. Quisiera vivir en una mañana de verano, escuchando a los pájaros cantar, con mensajes de buenos días contestando al que mandé un par de horas antes, con tiempo para pensar. 

Pensar, en lo bueno y en lo malo. Por unos instantes desear evaporarme, pero pronto volver a acompasarme con el mundo, tranquilo, perezoso, dulce. Quisiera vivir en una mañana de verano, pues en ellas lo hallo todo, una casa para mí sola, una conversación que compartir, silencio, ruido, alegría, tristeza, calma y tempestad.

El verano acabará, o al menos todos los anteriores lo hicieron, y volverá el ajetreo y el estrés, y me dirán que lo he desperdiciado tirada en la cama frente a una pantalla, pero entre todas las opciones al alcance de mi mano, lo sé, es la mejor.

Si pudiera viajar, viajaría, pero ya que no puedo irme lejos de los lugares de siempre, me quedaré en el más seguro me parece, contemplando las placidas mañanas de verano a través de una ventana abierta.

2 comentarios:

  1. Verano, verano, despreocupado y quieto verano. Madrugadas cortas y tardes asfixiantes. Que un cúmulo de obligaciones no haga de tu ser un esclavo de la vida, que la libertad conceda a la mente un lugar para volar. Bello y cálido verano, ¿quién no ha deseado alguna vez que llegue esta calurosa etapa del año? Aunque tal vez las tardes no sean de agrado para muchos, el verano en sí es una época que, simplemente, te hace preguntarte, "¿Qué sería de mi sin el verano?"
    Verano, verano. Aprendí a andar en verano, empecé a escribir en verano, os conocí en verano, alcanzo mi ansiada libertad en verano.
    ¿Qué sería de mi sin el verano?
    PDT: Espero que este comentario sea a la recíproca e_e

    ResponderEliminar
  2. El verano te lo trae todo, porque te regala la nada. Y sólo en un lienzo en blanco es fácil pintar. No puedo hablar de las mañanas de verano, porque son mis madrugadas. Pero de vez en cuando pongo los papeles al derecho y siento esa paz. Es una calma distinta, cálida, vivaz.
    Casi diría que se te parece.

    ResponderEliminar