lunes, 22 de diciembre de 2014

El canto de las sirenas.

Perdidos por el camino, los marinos que no supieron ignorar las dulces voces, las frías canciones húmedas.
La proa contra las rocas, mil bodegas astilladas, por hacer más caso a las melodías que a las palabras.
Las sirenas, que no mienten, siempre les advierten y ellos caen igual en la trampa de un amor que sus mentes imaginan.
No hay salvación para quien no quiere ser salvado,  a quien intente rescatarlos mismo destino les aguarda.
Borrachos de ron, sedientos de amor, ahogados en sal. Entregan sus vidas a las mareas de las que se aprovecharon y esquilmaron.

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