lunes, 22 de diciembre de 2014

Sueños.



Como linternas ascendiendo hacia el cielo, nuestros sueños nos envuelven, nos definen. Como linternas hacia el cielo, nos reclaman, nos animan, nos empujan, nos llaman, nos gritan, nos lloran, nos alumbran.

Y si eres lo suficientemente valiente, saldrás como barco al mar, con tan sólo una brújula y con suerte las estrellas, para dibujar los mapas de tu vida. Cuando vuelvas a tu hogar, tal vez ya no te parezca tuyo, tal vez ya no te parezca ni un hogar, pero eso está bien: crecer, cambiar y aprender.

Es normal tener miedo. A las dudas no debes escuchar. Tal vez muchas veces a puerto debas volver, que eso no te impida volver a zarpar.

Cuanto mayor sea el camino más probable será que monstruos hayas de batir. Recuerda que están para asustar. Te van a herir, te van a derribar, pero nunca te van a matar.

Te darás cuenta de que merece la pena arriesgar, que lo que se pierde no te pertenecía. Tan sólo son tuyos tus sueños...

... que como linternas hacia el cielo liberas en la noche.
... que como linternas hacia el cielo te guían en la oscuridad.



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