domingo, 15 de junio de 2014

Caos.

My mind..



Quiero dejar de pensar. Quiero dejar de estar pensando en algo, en eso, y que durante un momento me parezca que todo está genial, al siguiente que es un desastre. Ahora, soy la culpable. Ahora, soy la victima. Ahora, no soy yo la que importa realmente. Ahora, me pregunto por qué no debo serlo. Ahora, me enfado, porque otros en mi situación se comportaron como cerdos egoístas y misoginos.

Quiero dejar de pensar. Quiero dejar de cuestionarlo todo y dejarme llevar, como siempre antes hice. Ya no puedo. Cada instante que no me ocupo en algo, acabo pensando en ello. Por suerte, no siempre es tan caótico. Por suerte, suelo conseguir mantener el mismo punto de vista varias horas. Por suerte, no me victimizo. Por suerte, no me juzgo. No siempre. Intento recordar las cosas con fidelidad a la realidad y darme cuenta de qué hice mal y de qué hice bien.

Pero es tan cruel mi mente cuando no me deja mantener una linea de pensamiento, sino que a cada instante aparece con una versión nueva de la realidad y de mis sentimientos. Un segundo estoy alegre, dispuesta a todo, al siguiente quiero romper a llorar, dormir y no despertar en unos años.

Cuando el infinito caos invade lo que estuvo reinado por el vacío, todo a su al rededor se resquebraja. La mente, el corazón, el alma.

2 comentarios:

  1. Me identifico mucho con esto. La diferencia es que todo este cúmulo de pensamientos, que me asfixia, no llena el vacío. Vivo con la mente llena y el alma desierta.

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    1. No te confundas. No es mi alma lo que se ha llenado, esa no tiene paredes y por tanto tampoco capacidad. Tampoco me refiero a la mente. Es siempre a estado desbordada. Es mi débil corazón.

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