jueves, 14 de agosto de 2014

La nana del siglo XXI.

Escúchame, niño, que recién llegas al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te dirá la verdad.

Mamá y papá destrozaron al mundo,
mamá y papá ante la injusticia quedaron mudos.
Mamá y papá no hicieron más que gritar al televisor,
mamá y papá no buscaron solución.

Mamá y papá se hicieron los ciegos,
mamá y papá ignoraron la corrupción.
Mamá y papá solo pensaban en ellos,
mamá y papá ahora señalan al ladrón.

Mamá y papá no frenarán las guerras,
mamá y papá dejarán que te encargues de ellas.
Mamá y papá exprimieron la tierra,
mamá y papá dejaron profundas sus huellas.

Escúchame, niño, que recién llegas al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te dirá la verdad.

Mamá y papá no tuvieron mala intención,
mamá y papá sólo querían sobrevivir.
Mamá y papá no fueron nacidos para la revolución;
mamá y papá sólo sabían servir.

Mamá y papá encendieron los fuegos,
todos saben que los héroes se forjan en hierro.
Mamá y papá prendieron las llamas,
ellas darán la luz que tú reclamas.

Escúchame, niño, tu salvarás al mundo.
Escúchame, pequeño, pues nadie más te va a ayudar.

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