sábado, 7 de julio de 2012

Malvados.

¿Qué seria el mundo sin ellos? Son indispensables en todas las historias: el tirano, el ladrón, el brujo, el egocéntrico, el maltratador, el monstruo, la madrastra, la envidiosa, la ególatra, la narcisista, el señor de las sombras, los ejércitos oscuros...

Nos empeñamos en acabar con ellos, pero ¿entonces de que nos salvaría el héroe? ¿Qué nos haría luchar y abrir los ojos? ¿La ciencia y la tecnología habrían llegado tan lejos sin guerras? ¿Qué uniría a esos amigos con tan diferentes que tienen una causa común? ¿Cómo conocería el príncipe a la princesa? ¿Cómo diferenciaríamos en bien del mal sin ejemplos?

Sin nada que nos hiciese caer no veríamos la importancia de estar en pie. Si nada nos hace correr y huir no le daríamos importancia a avanzar. Sin nadie contra quien luchar no podríamos vencer.

Si no pasase nada malo todo seria mas aburrido y monótono de lo que ya es, la rutina jamás se rompería.

Somos una sociedad auto-destructiva, necesitamos situaciones que nos pongan a prueba para demostrar lo que valemos, aunque ello conlleve riesgos mortales.

Son ellos, los seres malvados, siniestros, destructores, la guinda del pastel, el cielo oscuro de la noche que hace que la luna y las estrellas brillen mas, las nubes que hacen que echemos de meno el sol, lo que nos hace apreciar los momentos felices, lo que nos hace ver a la gente buena.

¿Qué seria una bombilla encendida entre otras como ella? Solo una mas. ¿Y una bombilla en una sala oscura? La luz que te permite ver.

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